Fabrica del Templo
Con la
Clásica orientación Este-Oeste del eje de la Iglesia y el ábside a Saliente, se distinguen en ella dos
partes bien diferenciadas; la cabecera, de una sola nave de de medio cañón cerrada por el ábside
semicircular y el cuerpo del templo dividido en tres naves por tres pares de columnas. La capilla mayor
presenta la típica desviación respecto al eje, propia de las iglesias de esta época. Considerada como un
simbolismo de la inclinación de la cabeza de Jesús, después de muerto, más que como una falta de
replanteo y mal acoplamiento de fábrica (7). La unión de ambas
partes del templo, se hace a través de un gran hueco a todo el ancho de la nave central, con arcos de
medio punto simplemente recortados en el muro, no existiendo en su intradós huellas de haber habido
pilares o columnas que lo flanquearan, ni dovelaje especial. Con anterioridad a la restauración
artística a que nos hemos referido al principio, el interior del templo aparecía en fundado en una capa
de obra moderna, que alteraba profundamente las características y el estilo del mismo. Los pilares,
revestidos de yeso, eran cuadrados, con un molduraje de imitación neoclásica, que se prolongaba hasta la
altura de los capiteles, ocultándolos y de allí arrancaban unas toscas bóvedas baídas, con aparejo de
cañizo y yeso, que tapaban la techedumbre original.
Limpiado el yeso, han
aparecido columnas primitivas, formadas por lisos tambores de piedra arenisca del país, todos del mismo
diámetro, por lo que las mismas carecen de éntasis. Las basas están compuestas de dos plintos
superpuestos, de mayores dimensiones el inferior que el superior, un toro grueso y un filete y los
capiteles tienen collarino, equino decorado con hojas de acanto, palmetas y otros motivos vegetales
estilizados y ábacos muy gruesos, lisos en cuatro de ellas y decorados con una orla vegetal, las dos
restantes.
Sobre cada línea de columnas corre un muro de descarga, que apoya en ellas mediante cuatro arcos apuntados de recio dovelaje y sirve a su vez de sostén a la cubierta de madera. La que apareció en la restauración no debió ser la original, pues en el libro de fábrica aparece fechado en 1 de noviembre de 1575, un mandato del visitador que literalmente dice así (8):
“Asiento que la
techumbre de la dha. iglia está muy vieja e indecente, e con necesidad de reparo, e que la intención y
celo del prior e mayordomo es buena de aydar con su limosna e diligencia para hacer la techumbre de la
dha. yglia, mando el dho. Señor por lo que faltare de la limosna que se llegare que se aga a costa de la
fabrica de la dha. yglia y entiéndase el reparo que se aga con su entablamento”.
Como por el mal estado de las maderas descubiertas, y su nula calidad artística, no era aconsejable su conservación, se ha sustituido por un nuevo artesonado, construido según el sistema de tirantes dobles y pares acodalados, propio del estilo. En el ángulo SO., sobre el hastial, aparecía la torre, más bien espadaña, de sillarejos labrados, aunque su falta de ligazón con el muro hace presumir que tampoco fuera la auténtica y que se trata de una adición posterior.
